Salí por la zona del Cabo Peñas en Asturias a afotar el mar Cantábrico, ese mar que a veces es plácido y tranquilo y en ocasiones se vuelve bravo y feroz, ese mar que en otro tiempo tantos quebraderos de cabeza dió a los pescadores.
La zona elegida era Verdicio, una pequeña población costera con tres playas perfectamente definidas y donde, dependiendo del día, te puedes encontrar luces tamizadas y efectos de seda en el agua, que, unidos a esos cielos grises plomizos, dan un resultado agradable a la vista.
Espero que os guste.
Saludos
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